CREENCIA / DOCTRINA

VALORES MINISTERIALES

1. Modelo dirigido por la Iglesia Local

Creemos en la centralidad de la iglesia dentro de la vida y el ministerio. La iglesia necesita tomar el papel principal en disciplinar y entrenar a su congregación para ministrar y liderar. Como resultado, el ministerio de la iglesia será autosuficiente y reproductivo.

2. Liderazgo de  Servicio

Creemos que la iglesia no tiene que seguir la tendencia de “profesionalización” del mundo. Dios usa lo común para hacer lo excepcional. Él ha dado dones a cada creyente, y cuando todos usan sus dones únicos, la iglesia es una fuerza imparable.

3. Ministerio y Liderazgo en Equipo 

Cuando Sus siervos trabajan juntos en equipo, ellos logran mucho más. Creemos que Dios a menudo les da a los líderes un conjunto complementario de habilidades de liderazgo. El objetivo es capacitar a todos los líderes en cómo sobresalir con sus dones y afrontar sus debilidades trabajando en equipo.

4. Modelo de Entrenamiento de Discipulado

Creemos que los programas no forman líderes, los líderes lo hacen. Por lo tanto, seguimos el modelo de discipulado para la formación de líderes. Nuestro entrenamiento incorpora los tres componentes del liderazgo, el cual es más útil en una relación de tutoría uno a uno: (a) conocimiento, (b) habilidades y (c) carácter.

DOCTRINA

Las Escrituras

Creemos que la escritura original de las Sagradas Escrituras, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, son verbales, plenas, infaliblemente inspiradas por Dios y que constituyen la autoridad absoluta en todos los asuntos de fe y práctica (II Timoteo 3:16, 17; Salmo 119:105). Creemos en la interpretación literal, histórica, gramatical y contextual de la Biblia, que revela dispensaciones divinamente determinadas que definen la responsabilidad del hombre ante Dios en edades sucesivas. (Efesios 3:2, 10).

La Trinidad

Creemos en el Dios de la Trinidad. El Padre (Romanos 1:7), Dios el Hijo (Romanos 9:5), y el Espíritu Santo (I Corintios 3:16), siendo un Dios eternamente existente en tres personas (Mateo 28:19), igual en todos Sus atributos (Juan 10:30), pero diferente en Sus roles.

Dios el Padre

El papel distintivo del Padre en la trinidad es el de ejercer Su voluntad o plan soberano, y ser el destinatario de todas las oraciones. Él es la fuente de todas las bendiciones, maldiciones y castigos. Él es también la fuente del juicio hasta el día de Jesucristo. Dios Padre es quien atrae a los hombres a sí mismo para la salvación.

Jesucristo

Jesucristo, el Hijo unigénito de Dios, es el mediador divinamente designado entre Dios y el hombre. Habiendo asumido la naturaleza humana, pero sin pecado, cumplió perfectamente la ley, padeció y murió en la cruz por la salvación de los pecadores. Fue sepultado, resucitó al tercer día y ascendió a su Padre, a cuya diestra vive para siempre para interceder por su pueblo.

Espíritu Santo

El Espíritu Santo es el Consolador prometido enviado por el Padre y el Hijo, el cual posee plena personalidad y deidad. Él convence al mundo de pecado, justicia y juicio. Él es el agente del nuevo nacimiento, en cuyo momento Él bautiza a los creyentes en el cuerpo de Cristo, y Su obra entre los creyentes es que Él sella, mora, llena, guía y enseña. Los dones de profecía, hablar en lenguas, interpretación de lenguas, milagros y sanidad, fueron indicadores poderosos en los tiempos del Nuevo Testamento por los cuales la autenticidad del Evangelio se estableció en la tierra, pero estos dones no son normativos para hoy.

La Caída del Hombre

Dios creó originalmente al hombre a Su propia imagen y libre de pecado pero, por la tentación de Satanás, el hombre desobedeció el mandato de Dios y cayó de su santidad y justicia originales; por lo cual sus descendientes heredan una naturaleza corrupta y totalmente opuesta a Dios y su ley, están bajo condenación, y son pecadores desde la concepción. Ahora todos nacemos en pecado aunque seamos ignorantes de nuestra realidad caída hasta volvernos moralmente de ella.

Nos Mantenemos Firmes

Misión:
Existimos para asociarnos con la iglesia local con el propósito de Mentorear, Movilizar y Multiplicar su ministerio y el potencial del liderazgo.

Visión:
Nuestra visión es que las iglesias locales asuman la responsabilidad principal de la mentoría y la movilización de sus miembros, dando como resultado una iglesia local saludable, capaz de multiplicarse mediante el envío de siervos líderes para lanzar nuevas iglesias.